Aventúrate por las rutas del Líbano
El Líbano es un destino fascinante para los motociclistas que desean descubrir un país pequeño en extensión pero gigante en historia, cultura y belleza natural. La ruta comienza en Beirut, una ciudad vibrante frente al Mediterráneo donde el rugir de las motos se mezcla con el bullicio de su vida nocturna y la huella de su pasado. Aquí puedes recorrer el malecón de la Corniche, con vistas al mar y al famoso Raouché o “Roca de las Palomas”, antes de tomar rumbo hacia las montañas.

La primera etapa lleva hacia Byblos (Jbeil), a tan solo 40 km al norte por la carretera costera. Este trayecto es corto pero encantador, con la brisa del mar acompañando el camino. Byblos, una de las ciudades más antiguas habitadas del mundo, sorprende con su puerto histórico, ruinas fenicias y un casco antiguo perfecto para hacer una parada, probar pescados frescos y disfrutar de un café libanés.

Desde Byblos, la ruta asciende hacia los Cedros de Dios en Bsharri, a unos 120 km por carreteras de montaña que combinan curvas retadoras, pendientes y panorámicas impresionantes. Este tramo es ideal para motocicletas touring o adventure, ya que alterna asfalto con caminos más rústicos. Llegar al bosque de cedros, símbolo nacional del Líbano, es una experiencia única, rodar entre árboles milenarios que han resistido siglos es un encuentro directo con la naturaleza y la historia.

El viaje continúa hacia el Valle de la Bekaa, cruzando el Monte Líbano y descendiendo hacia Baalbek, a unos 100 km. Este tramo es de los más espectaculares, con curvas pronunciadas y vistas que cambian de verdes montañas a extensos valles fértiles. Baalbek recibe a los viajeros con sus majestuosas ruinas romanas, como el Templo de Baco y el Templo de Júpiter, escenarios monumentales que convierten la parada en un viaje al pasado.

La última parte de la ruta se dirige hacia Sidón (Saida) y Tiro (Sour), dos joyas costeras ubicadas al sur, a unos 150 km de distancia. Aquí, las carreteras costeras permiten un manejo fluido y panorámico, con el mar Mediterráneo siempre presente. En Sidón podrás recorrer su castillo del mar, mientras que en Tiro, declarado Patrimonio de la Humanidad, las playas y ruinas fenicias invitan a relajarse después de un viaje intenso.
El regreso a Beirut se realiza por la carretera costera, en un trayecto de unas 2 horas que permite concluir la ruta disfrutando nuevamente del paisaje marino.

Esta travesía por el Líbano es perfecta para motociclistas que buscan diversidad en un solo país, carreteras montañosas, ciudades antiguas, playas mediterráneas y paisajes que quitan el aliento. Se recomiendan motos touring, adventure o sport-touring, además de equipo completo para disfrutar con seguridad cada tramo. La mejor época para realizar esta ruta es entre abril y octubre, cuando el clima es más favorable para rodar y descubrir los secretos de este país milenario.