El Gran Premio de la Emilia-Romagna tenía reservadas emociones contrastadas para el Ducati Lenovo Team. Por un lado, la victoria de Enea Bastianini, ganador de una carrera emocionante que se decidió en la última vuelta, y por el otro, la decepción de Francesco Bagnaia, quien se cayó a siete vueltas del final cuando iba en tercer lugar. Bastianini salió bien desde la primera fila, y conservó la tercera posición a pesar de un contacto con Binder. El piloto de Rimini demostró un gran ritmo, y es que desde el inicio superó a su compañero de equipo en la quinta vuelta con el objetivo de no perder el contacto con el líder, Jorge Martín. Enea estuvo fantástico recortando distancia vuelta a vuelta, y esperó a la curva 4 de la última vuelta para superar a Martín y cruzar la meta en primera posición delante del público de casa.
Bagnaia protagonizó una gran salida desde la pole position, lo que le permitió conquistar el liderato en el cambio de dirección, después de la primera curva. El campeón del mundo, a pesar de llevar un buen ritmo, sufrió con el neumático trasero y se vio superado, primero por Martín, y después por su compañero de equipo. Tras perder terreno, Pecco empezó a aumentar el ritmo marcando varias veces la vuelta rápida, pero una caída a siete vueltas del final le impidió subir al podio. Al final del decimocuarto Gran Premio de la temporada, Bagnaia es segundo en la clasificación, a 24 puntos de Martín. Bastianini es tercero, a 59 puntos del líder. Ducati suma 500 puntos y se adjudica el título de constructores, mientras el Ducati Lenovo Team continúa liderando la clasificación por equipos (599 puntos).
