La amistad es una de las relaciones más importantes del ser humano. Cuando estamos en compañía de nuestros amigos nos sentimos apoyados y protegidos. Teniendo en cuenta los valores fundamentales de la amistad, un particular Motoclub se formó para volverse amigos de aquellos que necesitan más que nadie ser apoyados y protegidos una manera justa.
Bikers Against Child Abuse, Inc. (B.A.C.A.) existe con la intención de crear un ambiente más seguro para niños que han sido maltratados. Este motoclub busca darle seguridad a los niños y ayudarlos a que dejen el miedo atrás, dándoles el apoyo a esos amigos heridos al involucrarlos en una organización establecida y unida.
Este motoclub es intolerante al abuso y a la violencia de cualquier tipo, es por esto que trabajan conjuntamente con funcionarios locales, estatales, así como con una agencia reconocida y autorizada con la que el niño ha tenido algún contacto, ésta determina si el menor sigue asustado por su entorno, por lo que la agencia contacta a B.A.C.A., les provee la información necesaria y los bikers acuden a ayudar.
Los B.A.C.A. tienen un proceso de ayuda, esto incluye cuatro niveles de intervención:
Nivel 1: Consiste en una introducción, los B.A.C.A. viajan en grupo a la casa del niño, donde los padres/tutores están presentes para ayudarlos a crear un vínculo inicial con el infante. Además le regalan un parche, calcas pegatinas y una foto del el/la menor con su nueva familia biker. Si el niño se mantiene con miedo, es importante que vea la imagen para que no se sienta solo, asimismo la utilizará para transportar el mensaje “no estoy solo y tu no te quieres meter con mi familia”.
Nivel 2: Si el nivel uno no es suficiente, varios miembros B.A.C.A. se presentarán en la casa del niño y crearán una presencia en su casa convirtiéndose en uno de los contactos primarios del infante. El propósito de esto es que la presencia de los B.A.C.A. les ayuden a disuadir el abuso y proteger al niño y a la familia, si es necesario.
Nivel 3: Si la presencia física de los B.A.C.A. no creó mayor impacto, una carta formal será redactada por uno de los B.A.C.A. que asisten a la casa del menor y se hará llegar al abusador. Esto será para explicar al autor del abuso que los B.A.C.A. están dispuestos a tomar las medidas necesarias para convertirse en un obstáculo en caso de que quieran continuar con su abuso.
Nivel 4: Para involucrar deliberadamente a un agresor, los B.A.C.A. piden la ubicación geográfica del delincuente y conducen un “paseo de conciencia de vecindario” en el cual van de puerta en puerta dejando stickers e información respecto a la misión y forma de operar de los B.A.C.A. y así, más niños puedan acudir a ellos en caso de que también estén amedrentados.
Es importante recalcar que la ubicación del agresor debe mantenerse oculta para el B.A.C.A. en turno, ya que no aprueban, apoyan o participan en el uso de agresión y/o violencia física de ninguna forma. Sin embargo, si cualquier persona desea infligir daño a uno de los miembros del club, todos responderán con compromiso y lealtad hacia su amigo y lo protegerán.
Pero no cualquiera puede formar parte de este altruista grupo de extraordinarios seres humanos ya que necesitas rodar con ellos al menos por un año antes de que se te asigne un caso, además se hace una extensa revisión de antecedentes y reciben instrucciones de un profesional en salud mental.
En cualquier momento que el niño se sienta asustado o sienta la necesidad de la presencia de su nuevo amigo B.A.C.A., éste puede llamar a estos motociclistas para que acudan a su casa para proporcionar la seguridad necesaria y sentirse seguro y protegido. Los miembros y simpatizantes de B.A.C.A. también apoyan a los niños al proporcionar escoltas si sienten miedo en sus vecindarios, rodar a sus casas de manera regular, apoyar a los infantes en las audiencias judiciales; asistir a sus entrevistas, y quedarse con ellos en caso de encontrarse solos y asustados.
Eso si, los miembros del B.A.C.A. nunca van a la casa del niño sin el conocimiento o permiso de los padres o tutores.
“Ningún niño merece vivir con miedo”, es por esto que su misión radica en ayudar a los niños y a sus familiares para demostrarles lo poderosos que pueden ser, a sentirse apoyados y respaldados por una comunidad totalmente ajena a ellos, pero sobre todo, a vencer el miedo.
Personas como estas nos hacen reiterar que el #MotociclismoEsAltruismo y que a pesar de los toscos y ásperos exteriores de los bikers, siempre encontrarás en ellos, algún amigo dispuesto a ayudar.