La idea no es nada descabellada, se trataría de aprovechar las capacidades de ambas compañías para reunirlas en un mismo producto. Por una parte, todo el conocimiento de BMW en el diseño de motocicletas y por otra las competencias indiscutibles de NVIDIA en materia de microchips. En realidad el secreto del diseño ideado por Aaryman, radica en un alto concepto de modularidad que permitiría personalizar hasta niveles insospechados el aspecto e incluso la naturaleza de la moto.
Algunas de las opciones susceptibles de ser sustituidas serían la consola de la batería, el sillín, la propia CPU o algunos componentes de la carrocería. Igualmente se podría alternar la sección del manillar para una configuración racing o por el contrario más elevada para turismo o conducción urbana. Un sillín más o menos elevado, estriberas atrasadas o centradas y bajas, en fin, las posibilidades son innumerables. Otros detalles a tener en cuenta en el diseño de esta BMW&NVIDIA hacen referencia a un núcleo que alberga tanto una GPU como una CPU avanzadas y refrigeradas por agua que pueden adaptarse a la configuración de moto escogida. Se trata de sistemas de refrigeración de gama alta de NVIDIA que también contribuyen a mantener la batería eléctrica a la temperatura de funcionamiento óptima para un rendimiento máximo.
Todo en esta moto parece muy equilibrado, como por ejemplo los dos basculantes, delantero y trasero que sirven de apoyo a unos monoamortiguadores anclados de forma directa. En cuanto a las ruedas, resulta evidente que son dos elementos lenticulares de 17 pulgadas que albergan en su núcleo los motores eléctricos que impulsan a este ingenio.