Ryan Reynolds, conocido por su papel de Deadpool, es un apasionado de las motos desde hace mucho tiempo. Aunque en la pantalla grande ha hecho aparición sobre una Vespa en una de sus películas más taquileras, el actor confiesa que su amor por las motos comenzó con una Honda CB750, y confiesa ser un ferviente coleccionista.
El actor considera que las motos le “salvaron la vida” y que las usa como su forma de desahogo personal. Su garaje está lleno de motocicletas impresionantes, incluyendo una Ducati Paul Smart, una edición limitada que rinde homenaje al piloto británico del mismo nombre y que cuesta cerca de 50 000 dólares.
Además, posee una Triumph Thruxton personalizada y una Honda CB750 modificada, lo cual refleja su preferencia por las motos clásicas en lugar de las deportivas.