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Tlaxcala, tierra de grandes volcanes.

Tlaxcala, tierra de grandes volcanes.
Tlaxcala, uno de los estados más pequeños de la república, pero no por ello menos atractivo. Ubicado al este de la Ciudad de México, Tlaxcala se convierte en una buena opción para rodar el fin de semana y dejar atrás el estrés y el bullicio de la ciudad. Se trata de un rinconcito lleno de historia, en el cual también podrás sobrevolar en globo aerostático cuatro grandes titanes de la naturaleza: el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, el Pico de Orizaba y la Malintzin. La capital de este bello estado es Tlaxco, declarado Pueblo Mágico por la gran restauración histórica que se llevó a cabo en el año 2001, comprendido por dieciocho manzanas con aproximadamente 109 edificios de los siglos los siglos XVI al XIX.
Es imprescindible visitar la zona arqueológica de Cacaxtla, misma que se presume fue la capital de la civilización olmeca-xicallanca. En ella podrás admirar sus coloridos murales pintados con sustancias minerales como la cal, la arcilla, el carbón, la hematita y la goethita, dejando unas tinturas en tonalidades vivas rojas, azules, amarillas, negras y con toques en blanco, que hasta la fecha se conservan y es posible apreciar su gran detalle y labrado.
Tlaxcala es también un lugar para realizar actividades al aire libre, como el senderismo, cabalgatas, viajes en kayak o románticos recorridos por el Centro Histórico en elegantes carruajes antiguos. En este último podrás visitar lugares como el ex convento franciscano de Nuestra Señora de la Asunción y el Palacio de Gobierno, donde se exhibe un mural del artista tlaxcalteco Desiderio Hernández Xochitiotzin, en el que plasma el pasado del estado. A tan solo 45 km de Tlaxcala encontrarán el Pueblo Mágico de Huamantla —reconocido por su arquitectura francesa— , el Museo Nacional del Títere Rosete Aranda y el Museo Taurino. En este último se exhiben los ajuares típicos de la fiesta brava.
En el municipio de Nanacamilpa podrás ser testigo de unos de los espectáculos luminosos de la naturaleza más mágicos: el apareamiento de luciérnagas en el mes de julio. El recorrido de Tlaxcala al bosque para ver las luciérnagas es de aproximadamente una hora 20 minutos.
Si bien este estado es de los más pequeños en territorio, como comentábamos en un principio, lo compensa con una gran diversidad culinaria en la que destacan como ingredientes principales los 12 tipos de maíz nativos de la región, flores, semillas, nopales y muchos más elementos gastronómicos. Algunos de sus platillos típicos son: el pipián de venas, el mole de ladrillo, las tortillas de maíz rosa, la sopa de charales con papas, el pan de queso y el pulque. No podrás dejar pasar la oportunidad de probar estos manjares tlaxcaltecos.

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