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Indian Scout Bobber de la NASA

Indian Scout Bobber de la NASA
¿Es posible hablar de una moto de la NASA? Sí, y Motociclo te lo cuenta. El concurso de customización lo realizó la marca Indian Motorcycles en Estados Unidos, y lo llamaron “The Wrench: Scout Bobber Build Off”. Entre 100 aspirantes que se presentaron, Alfredo Juárez fue el triunfador, un ingeniero de la NASA. Cada uno de los tres participantes recibió una Indian Scout y un presupuesto de construcción de 10 000 dólares.  A su motocicleta ganadora  Alfredo Juárez la llamó Scout Bobber, y le añadió un chasis hardtail, sin suspensión trasera y una suspensión delantera por paralelogramos. En cuanto al motor eligió un bicilíndrico en V60º -4T, LC, 8V, DOHC, IE, 1.133 c.c., los frenos y el depósito original se conservaron. En definitiva este gran concepto tiene estilo y flujo, pero también cuenta con los aspectos mecánicos y de ingeniería que sólo un verdadero constructor incluiría. Cuando estaba en la escuela secundaria Alfredo consiguió una moto de dos tiempos. Y lo que para la mayoría de la gente sería simplemente un juguete divertido, a Alfredo le cambió la vida. Comenzó a tomar clases en un taller automotriz para ayudarse a comprender el funcionamiento interno de su motor, y tanto le interesó el tema que obtuvo muy buenas notas. Aunque él quería ser mecánico de motocicletas, su maestro de taller se percató de su gran habilidad en el diseño y le dijo: “Debes diseñarlos, no arreglarlos”. Y así empezó su viaje para convertirse en ingeniero.
Cuando comenzó la universidad compró un soldador MIG y se puso a fabricar. Después de la escuela trabajaba en la construcción de jaulas antivuelco y reparaba muscle cars. Cuando terminó su carrera le ofrecieron un trabajo como maquinista de alto rendimiento. Y una vez más, actuando por recomendación de un maestro que veía en él un gran potencial, rechazó el trabajo y siguió estudiando para obtener su maestría. Compró un soldador TIG y esto ayudó a que su fabricación fuera mejor, más estricta y más precisa. En estos años contó con la libertad creativa de explorar realmente el arte del diseño, mientras seguía con su educación. Cuando finalmente obtuvo su título le ofrecieron un trabajo en pruebas de inflamabilidad para la NASA, el cual tomó y en el cual está hasta hoy en día. Gracias a este galardón Alfredo logró que su trabajo se publicara en la revista Hot Bike y recibió 10 000 dólares de premio. Aunque lo que en realidad lo mueve es su gran pasión, y no lo monetario. Definitivamente Juárez no sólo es un ingeniero de escritorio. Él puede convertir una motocicleta en algo grandioso y posee el equipo, las habilidades, la experiencia, el conocimiento, el impulso y la ética de trabajo para lograr lo que se propone.    

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