Cafe Racer se puede traducir al castellano como “corredor de café”, pero su definición va más allá. Este término se refiere a un estilo de vida que tuvo su origen en los años 50 en Inglaterra, entre la juventud de esa época.

Estos jóvenes tenían un espíritu rebelde, se divertían visitando lugares de moda donde hablaban de carreras, de motos y de cómo personalizarlas. Se hicieron llamar “rockers” o “ton-up boys”, y solían vestir cazadoras de cuero llenas de insignias, pantalones vaqueros, botas y un vistoso corte de cabello.

Los rockers personalizaban sus motos con modificaciones en el chasis, las estriberas y los tubos de escape, y en general trataban de aligerar la máquina quitando todo lo que consideraban que no ayudaba para la velocidad y la agilidad.

Pero una de las cosas que más amaban era escuchar buena música, así que se reunían en cafés a escuchar las canciones de moda de la rockola. Mientras estaban ahí llegaban otros motociclistas que los desafiaban a una carrera y todos salían para ver quién corría más aprisa. Y de ahí volaban al próximo café, y luego al otro, siempre a máxima velocidad, a pesar de que no conocían las condiciones de la carretera ni el tráfico. ¡Ellos sí que amaban la velocidad!

Claro que con el tiempo este modo de vivir tuvo una serie de malos momentos, como cuando el mercado de dos ruedas se malbarató e ingresaron motos japonesas en Europa, lo que provocó grandes cambios en el estilo del motociclista, generando un declive importante en este estilo de vida.

En la actualidad el Cafe Racer ha tenido una evolución positiva, ya que ha integrado nuevos diseños, modificaciones y estilos, logrando así adentrarse una vez más  en el corazón de muchos motociclistas.